lunes, noviembre 17, 2008

Everybody hurts



Sinceramente, no creo hacerme la víctima -sé que la canción puede dar a entender lo contrario-, pero es que siento que lo soy. En este momento de mi vida, todos me hacen daño. No hay una sola persona en la que sienta que puedo confiar realmente. A veces me entusiasmo con la gente nueva pero no tanto como para soltar una verdad fundamental acerca de mí, y cuando menos me lo espero hacen algo que me confirma que hice bien en aguantar.

Fui al concierto de REM y en medio de esta canción estuve al borde del llanto, igual de patética que las rubias histéricas anencefálicas que me rodeaban e igual que los novios conmovidos que tarareaban la tonada sin más conocimiento de la letra que de la explicación de la crisis financiera mundial. Pero, aunque igual de conmovida que ellos, sufrí como ninguno, pues reconocí que es cierto.

Todos nos hacen daño: la familia que ya aburre y nunca te hizo sentir protegida, los amigos que te exprimen la última gota de genialidad y luego van a otra flor, los tipos que dicen querer ser tus amigos, los que desisten de ti, los compañeros de trabajo con sus almuerzos y sus golpes bajos, la mejor amiga que nunca notó lo mal que te sentías o que si lo hizo pues le llegó. Estoy cansada de todos ellos. Borrón y cuenta nueva es el objetivo. Y nuevamente la soledad.

Creo y no exagero al decirlo, que soy una persona honesta, cruel, pero sincera, y no merezco la mezquindad que me rodea, detesto estas relaciones vacías, tontas, aburridas, yo me siento original y única, pero todo es tan mundano por acá. Todos sólo piensan en comer, ver tv, salir por salir, y no se dan cuenta de que están gordos, que son unos fracasados, de lo mal que se ven en las fotos que han colgado en el hi5, etc, no lo sé, si fuera como ellos sin duda sería 10 veces más infeliz.

Hoy puse en el buscador, "odio a mi amiga" y me arrojó 2 millones 610 mil coincidencias. Pensé, hay que hacer un club, con clases de tiro incluidas.