domingo, septiembre 14, 2008

Garúa

Me acaba de llamar alguien a quien ya había empezado a despreciar y que ahora decido vetar, reconozco que ya es medianoche y ni he empezado a hacer el informe que debo presentar mañana, y para completar, la única vez que me pongo a escuchar una radio salseraza, se les ocurre poner algo de los caribeños.

Sí, la vida puede ser peor, y que? Con todo tan aburrido y de mal gusto voy a la azotea y me doy con la sorpresa de que garúa muy fuerte. La sensación es inmediata: felicidad extrema. Todo tiene sentido entonces, porque a pesar de que a veces la vida sea muy cagona e irónica como el sol en invierno, de vez en cuando la lluvia en el rostro y el frío congelante me devuelven la esperanza en todo; tranquilidad, amor, realización, y demás huevadas, todo es alcanzable. Bajo a mi cuarto pensando en que sí iré al concierto de Fito aunque reviente mi presupuesto mensual, que más da.

Pero la sensación ya se extinguió. Así es la felicidad, siempre depende de algo tan simple como el tiempo, la música o una visión, pero nunca de uno mismo. Por eso sé que nada vale la pena (y encima la U perdió hoy, es simplemente absurdo).

1 comentario:

julio dijo...

me pasa algo similar. no sé como arreglar las cosas que ya estan torcidas. Por lo menos algo de filicidad tienes: a mi ciudad no llega Fito ni la lluvia, asi que la primavera se viene con toda su mierda.

como arreglamos lo torcido? creo que asi naci y ahora no sé que hacer. tambien he pensado subir a la azotea, pero me da miedo la tentacion de lanzarme.